GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

A lo largo de sus 111 kilómetros, el tramo entre la estación de Zamora y el cambiador de ancho de Pedralba de la Pradería, discurre por un paisaje prácticamente llano, con pocos túneles y los que hay son de escasa relevancia. Si embargo se encuentran algunos viaductos significativos, como el que salva el río Tera.

El calendario inicialmente señalado por el Ministerio de Fomento para poner en marcha el último tramo del AVE a Ourense acumula ya dos meses de retraso. El acceso a la estación a través de la línea convencional adaptada para el paso de trenes de alta velocidad entre Taboadela y Ourense Empalme tendría que haber iniciado la secuencia de licitaciones antes de finalizar el mes de junio y, con el mes de agosto ya finiquitado todavía no se ha comenzado ninguna de sus tramitaciones.

Los túneles de Bolón y Valorio a la salida de la estación de Zamora en dirección a Galicia y el túnel de San Francisco, justa a la salida de esta estación ourensana en dirección a la del Empalme en A Ponte, así como el del Padornelo, serán compartidos por los trenes de ancho ibérico que circulan por la línea convencional inaugurada hace sesenta años y los de la línea del AVE que en esos tres puntos comparte parcialmente la infraestructura.
En el caso de los túneles de Bolón y Valorio, las empresas contratistas están realizando el rebaje de la plataforma para que pueda tener encaje en la bóveda de dichos túneles la catenaria. La antigua línea de Zamora estaba proyectada para doble vía, túneles incluidos, aunque nunca se tendió más que una, pero no para su electrificación.
A diferencia de los túneles zamoranos, el de San Francisco solamente compartirá el doble uso en el período de tiempo que funcione el acceso a Ourense por la línea convencional, hasta que lo haga por la variante exterior, cuya construcción y entrada en servicio no se prevé hasta mediada la próxima década.

El 24 de septiembre de 1952 pasó el primer tren por el viaducto Martín Gil. Situado sobre el embalse de Ricobayo, en el río Esla, entre Zamora y Puebla de Sanabria, fue una de las más grandes obras de ingeniería de la línea Zamora-Ourense.

Con la puesta en tensión esta misma semana de la catenaria en la variante de alta velocidad entre la estación de Chamartín y el nudo ferroviario de Torrejón de Velasco, en la salida sur y sureste de alta velocidad, se ha dado el penúltimo paso antes de la entrada en servicio de este tramo que cruza Madrid a través de un túnel de alta velocidad. Ahora vendrán las pruebas, tanto de las instalaciones y sistemas de comunicación y seguridad, etcétera.

Adif ha sacado a concurso la licitación de seis convertidores en otros tantos puntos de la red ferroviaria convencional para recuperar la energía que generan los trenes al frenar. El sistema, que ya se aplica en las líneas de alta velocidad, comenzará en las líneas férreas de Cataluña, Centro y País Vasco. La red gallega no está incluida en esta primera fase cuya inversión supera los 6,3 millones de euros.