El viaducto Martín Gil cumple 65 años en activo (compartir)
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El viaducto debe su nombre al ingeniero Francisco Martín Gil (1986-1933) autor del proyecto final sobre el que se desarrolló la ejecución de este viaducto de 479 metros de longitud, 200 metros de luz y 84 de altura sobre el río Esla, y que no vio finalizado. Fue el ingeniero Eduardo Torroja quien se ocupó de la dirección de la obra. La solución técnica abordada por Martín Gil en 1929 no solo permitió afrontar de manera económica el proyecto, evitando así que el tren tuviese que dar un rodeo de casi 60 kilómetros para salvar el embalse de Ricobayo, sino que resultó toda una proeza de ingeniería, convirtiéndose en el viaducto de hormigón de un solo arco de más luz del mundo, un record que mantendría durante una década. La estampa que presenta todavía hoy es de una gran belleza convirtiéndose en uno de los grandes protagonistas del paisaje ferroviario español. Desde que fue proyectado hasta que se concluyó pasaron casi tres décadas y la guerra civil de por medio. Aunque su finalizaciónt tuvo lugar en el año 1943, su servicio operativo no llegaría hasta 1952, con la inauguración del tramo Zamora-Puebla de Sanabria,
Mientras los trenes Alvia que unen Galicia y Madrid y el regional que enlaza Puebla de Sanabria con Valladolid lo cruzan a diario, río arriba se encuentra el nuevo viaducto que salva el mismo embalse para el trazado de alta velocidad. La nueva infraestructura carece de la elegancia de su predecesor y resuelve el paso sobre el Esla con una longitud total de 368 metros, tres pilares y una altura máxima sobre el lecho del río de 20,20 metros.