GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

Las máquinas ya están trabajando en la explanación del terreno por el que discurrirán los últimos metros del segundo tramo de la variante exterior, que finaliza en el encuentro de la vía convencional de Zamora y la de alta velocidad en lo que se denomina Conexión Seixalbo. Hasta ese punto, y ya en territorio del término municipal de Ourense, el trazado de la variante va en paralelo a la vieja vía, en una recta sobre la que ahora se están realizando las obras. Adif cuenta con que más de el cuarenta por ciento del trabajo esté concluido en 2022 y que a primeros de 2024 se encuentre totalmente concluido para poder empezar a montar la vía, catenaria y demás elementos de la superestructura.

Infraestruturas de Portugal, el gestor de las infraestructuras viarias y ferroviarias del país vecino va a poner ya en marcha la primera fase de la construcción de la línea de alta velocidad que unirá las ciudades de Porto y Lisboa, con el objetivo de que entre 2026 y 2028 ambas ciudades estén a menos de dos horas de viaje sin paradas, frente a las 2:50 que invierten los alfa pendulares actualmente, con tres paradas intermedias. Los algo más de 300 kilómetros que separan Porto y Lisboa requerirán de hora y cuarto una vez concluida la tercera fase, en 2030.

Las obras en los dos primeros subtramos de la variante exterior avanzan a buen ritmo, a poco más de un mes de haber comenzado los trabajos con el desbroce y talado de árboles en el terreno por el que discurren los primeros kilómetros de plataforma. Contrasta esta situación con la de la subestación eléctrica de tracción de As Portas, cuyo contrato fue adjudicado con anterioridad, a pesar de lo cual las obras siguen sin haber comenzado. La subestación de As Portas es la última obra pendiente del tramo Pedralba de la Pradería-Taboadela. Aunque no resulta imprescindible para la circulación de los trenes, sí que es necesaria para asegurar una mayor frecuencia de servicios pues el suministro de energía se realiza actualmente desde dos subestaciones separadas por 140 kilómetros.

La avería de un tren en el cambiador de ancho de Taboadela provoca el bloqueo de esa instalación durante más de dos horas, causando retrasos en cuatro trenes Alvia entre Galicia y Madrid. Punto crítico en la línea de alta velocidad, como ya habíamos señalado hace unas semanas, el incidente en el cambiador pone de manifiesto la falta de un plan de contingencia por parte de Renfe, que podría haber evitado el retraso de más de seiscientos viajeros, algunos de hasta tres horas, si dispusiera de un tren de reserva en las vías de ancho estándar de la estación de Ourense.

Los medio de comunicación leoneses empiezan a ponerse en situación de alerta por los efectos que pudiera tener para ese tradicional nudo ferroviario la futura entrada en servicio de la variante de Olmedo que permitirá a los trenes de viajeros gallegos acortar más de tres horas en los viajes a las ciudades del País Vasco.

Los usuarios de los trenes AVE y Alvia que circulan por la nueva línea de alta velocidad a Galicia han reiterado los serios problemas que hay de cobertura móvil a lo largo del recorrido de los trenes, con cortes e interrupciones que se hacen más frecuentes a medida que se van acercando a Galicia. El problema de la cobertura de datos y línea de voz no es nuevo y estuvo presente en prácticamente todas las líneas de alta velocidad españolas discurrir su trazado por zonas poco o nada pobladas en las que los operadores de telefonía móvil no tienen instalados sistemas de repetición por no existir actividad. En la mayor parte de las líneas ya se ha resuelto ese problema. Incluso en el viaje de Madrid a Ourense, ya existe cobertura en la parte que la línea comparte con el corredor a Valladolid. Pero, de momento, es una asignatura pendiente para la línea gallega que está ahora en manos de los operadores de telefonía móvil.