El traspaso del tramo convencional de Taboadela a Ourense no garantiza que el AVE llegue en pruebas en 2019
El Consejo de Ministros, en su reunión del pasado viernes acordó el traspaso del tramo de línea convencional entre las estaciones de Taboadela y Ourense de su actual administrador, el Adif, a Adif Alta Velocidad, los dos organismos públicos dependientes de Fomento que gestionan las infraestructuras ferroviarias en España. La transferencia de titularidad le permitirá a Adif Alta Velocidad gestionar los contratos necesarios para la realización de las obras pendientes. Se trata de un procedimiento que llega con retraso dado que en abril de 2017 se fijó un cronograma en el que ambas infraestructuras, adaptación de la vía y cambiador de ancho, tendrían que estar licitadas en el tercero y cuarto trimestre de 2017 y su tramitación se ha demorado hasta el segundo de 2018. Pero este trámite no garantiza el cumplimiento de los plazos comprometidos, si no se llevan a cabo de forma inminente licitaciones como la de las obras de la vía convencional y el cambiador de ancho de Taboadela.