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Cuatro subestaciones eléctricas suministrarán energía al AVE desde Zamora a Ourense (compartir)

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Cuatro subestaciones eléctricas suministrarán energía al AVE desde Zamora a Ourense
Con la aprobación de la declaración de impacto ambiental hace unas semanas de la línea de alta tensión desde Conso se ha despejado el último obstáculo para garantizar el suministro eléctrico del trazado del AVE entre Zamora y Ourense. Un suministro que será realizado desde cuatro subestaciones, dos en la provincia de Zamora y otras dos en la de Ourense.

Tábara y Arbillera, en la provincia de Zamora y Portas y Amoeiro en la de Ourense. Desde su arranque en Olmedo, el AVE gallego se alimenta de un total de seis subestaciones. Además de las cuatro ya citadas, entre Olmedo y Zamora se surte de la propia de Olmedo y una segunda en el término municipal de Toro, la de Valdecarretas.

Tanto la de Tábara, situada en el municipio homónimo, como la de Arbillera, en Palacios de Sanabria, operan con energía suministrada a 400.000 voltios, mientras que las dos gallegas, lo hacen a 220.000 voltios. La subestación de Portas estará situada entre los túneles de O Espiño y Bolaños, en el término municipal de Vilariño de Conso y recibirá el suministro eléctrico a través de la línea de alta tensión que acaba de recibir el visto bueno de impacto ambiental. En el caso de Amoeiro, la subestación, también de 220.000 voltios ya está en servicio, abasteciendo parte del tramo del AVE entre Ourense y Santiago, una función que comparte con una segunda subestación en Silleda. La subestación de Amoeiro alimenta el centro de autotransformación intermedio de Ourense.

A diferencia del sistema de alimentación eléctrico de las líneas convencionales de Adif, las de alta velocidad trabajan con corriente alterna a 25.000 voltios, lo que permite una mayor distancia entre subestaciones por la baja pérdida de energía en las líneas de transporte. La alimentación de la red convencional de ancho ibérico se realiza con 3.000 voltios de corriente continua, un sistema que resulta mucho más económico en el montaje, de ahí que se hubiera elegido en su momento, pero a cambio requiere de un mayor número de subestaciones, pues la corriente continua tiene grandes pérdidas en el transporte, lo que obliga a la instalación de subestaciones mucho más cercanas unas de otras. Portugal optó por esa misma razón, por la corriente alterna en su electrificación ferroviaria, infraestructura que es muy posterior a la española.