2030, un objetivo tan ambicioso como imposible para la alta velocidad entre Vigo y Oporto
El primer ministro portugués, Antonio Costa, acompañado del ministro de obras públicas y el presidente de Infraestruturas de Portugal, presentó el pasado miércoles el plan de infraestructuras del que saldrá el gran corredor atlántico de alta velocidad que unirá Lisboa con Valença do Minho y, a partir de ahí entrará en Galicia y enlazará con el eje atlántico Vigo-A Coruña. La presentación que tuvo lugar en la estación Porto-Campanhá, actual destino de los trenes tanto que comunican Oporto con Lisboa como los que lo hacen con Vigo, desgranó con todo detalle, un ambicioso plan por el que Portugal va a actuar simultáneamente en dos ejes ferroviarios actualmente muy saturados. Se trata de las líneas Norte y Minho. La primera, tiene una longitud de 336 kilómetros y por ella circulan cada día 730 trenes, entre servicios Alfa Pendulares, Intercidades, Interregionales, etcétra en lo que a modalidades de servicios ferroviarios de viajeros, pero también de mercancías. De hecho, es una línea que copa el 92 por ciento de los trenes de mercancías que circulan en Portugal y casi la mitad de los de viajeros. La segunda, con aproximadamente la mitad de longitud cuenta también con una alta densidad de circulaciones tanto de pasajeros como de mercancías y es la puerta de entrada de las mercancías procedentes de Galicia, principalmente madera, y del único servicio internacional entre ambos países, entre Vigo y Oporto.