GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

Renfe Operadora tiene preparado su plan alternativo para atender los servicios diurnos de viajeros entre Galicia y Madrid mientras duran las obras en la línea de Zamora. El corte de las circulaciones se producirá a partir de las once y media de la noche de mañana, miércoles, pero a esa hora ya no afectará a ningún tren de viajeros.

La liberalización de los servicios ferroviarios de viajeros se ha convertido en el foco de la atención, tanto de las empresas del sector como del administrador de las infraestructuras ferroviarias. Operadoras públicas extranjeras como SNCF y DB y empresas privadas como Ilsa y Acciona tienen avanzada su estrategia de cara a una posible entrada en el mercado español, con los ojos puestos, sobre todo en las líneas de alta velocidad. Eso explica que Adif Alta Velocidad haya encargado un estudio a una consultora externa especializada.

La cuenta atrás en la finalización de las obras del AVE gallego tiene todavía meses por delante, pero en lo que se refiere a la tramitación de contratos se encuentra ya en el último tramo, toda vez que ya han sido resueltos la mayoría de las grandes operaciones pendientes como obras, asistencias técnicas para el control de las mismas y suministros.

Con apenas tres contratos pendientes de adjudicación en las líneas gallegas de alta velocidad, las obras en las líneas convencionales toman el relevo con fuerza. Actualmente, 9 de cada diez euros pendientes de adjudicar en Galicia se van para las líneas de ancho ibérico. Adif mantiene en fase de evaluación, paso previo a su adjudicación obras y servicios por importe de más de cuarenta millones de euros en las líneas gallegas cuyas obras comenzarán en algún momento del presente año 2019 y se prolongarán a lo largo del siguiente.

La terminal de Taboadela será la única de la línea de Ourense a Zamora que verá incrementado su tráfico ferroviario con la llegada de los trenes de alta velocidad, pues se sumarán a los movimientos que tiene actualmente de mercancías, mientras que otras como Puebla de Sanabria y A Gudiña, las únicas que tienen paradas de trenes de viajeros en la actualidad, desviarán el movimiento de pasajeros a las nuevas estaciones de la línea del AVE.

La compañía ferroviaria estatal alemana DB (Deutsche Bahn), quiere deshacerse de su filial Arriva para conseguir liquidez con la que enfrentarse al déficit financiero que arrastra actualmente. DB adquirió Arriva en 2010, por 1.800 millones de euros y espera obtener por la venta de la misma entre 4.000 y 4.500 millones de euros, con los que rebajar su deuda financiera, y evitar que alcance el techo máximo autorizado por el gobierno de su país. De materializarse la operación, que tiene que ser autorizada por el gobierno, ya que el estado alemán es el único accionista de la DB y por extensión de sus filiales, obligaría al gigante ferroviario europeo a utilizar otras vías de penetración en el mercado ferroviario ibérico de pasajeros.