El presupuesto de las obras pendientes de adjudicar en líneas convencionales es diez veces mayor que las de alta velocidad (compartir)
Todo NoticiasEl grueso de la inversión se realiza en dos obras: la mejora del corredor Ourense-Monforte-Lugo y la electrificación del ramal internacional desde Guillarei al puente internacional de Tui. En ambos casos se trata de infraestructuras que ya superan los 130 años de edad y son casi contemporáneas, de la década de 1880. Las obras del corredor Ourense-Lugo tienen ya licitados los contratos para el suministro de traviesas, balasto y carril, así como la reparación de puentes entre Ourense y Monforte y los aparatos de vía para renovar prácticamente toda la vía.
En el caso del ramal internacional, la electrificación permitirá dar continuidad a la línea portuguesa del Minho (Porto-Valença) con la línea española del Miño, (Vigo-Ourense-Monforte), que ya están electrificadas, aunque con diferente voltaje y sistema de tensión. Mientras la portuguesa trabaja bajo catenaria a 25.000 voltios de corriente alterna, las líneas de ancho ibérico en Galicia como la mayoría de las de España, lo hacen a 3.000 voltios de corriente continua, con la excepción del corredor del Eje Atlántico, entre Vigo y A Coruña, el tramo de alta velocidad a ancho ibérico entre Santiago y Ourense.
Las inversiones aseguradas hasta ahora en las líneas gallegas convencionales suponen un paso importante para su modernización, pero no garantizan, con lo presupuestado hasta la fecha su conclusión. En el caso del corredor entre Ourense y Lugo, faltan por licitar las variantes que eviten el paso por el centro de Monforte, y mejoren la velocidad media en algunos tramos difíciles, como el que hay entre Barra de Miño y Os Peares. En el enlace entre la línea del Minho portuguesa y el corredor del Eje Atlántico, falta electrificar los 8 kilómetros de vía entre Redondela y Arcade, donde se encuentran la línea Vigo-A Coruña y Vigo-Ourense, y también la estación de Vigo Guixar con la de Vigo Urzaiz.