La concurrencia de empresas candidatas a participar en la liberalización de las líneas de alta velocidad fue mayor de lo que esperaba el Adif. Un total de seis empresas concursan para hacerse con los trenes de viajeros de las líneas más rentables de la red española, frente a las cuatro que inicialmente se habían señalado. Además de Renfe, que ya había adelantado su intención de apostar por el paquete A, el de más frecuencias, a la operadora pública española le acompañan en este concurso su homóloga francesa SNCF, que aspira al paquete B; el consorcio formado por Talgo, su principal accionista fuera de la familia Oriol, el grupo Trilantic y Globalia; Ilsa, de los mismos accionistas que Air Nostrum, que acude en consorcio con Trenitalia y dos empresas más que, inicialmente no figuraban en la primera comunicación facilitada por el Adif, por haber presentado sus propuestas en un registro diferente, pero igualmente válido al haberlo hecho en forma y plazo. Se trata de Globalvia y Eco Rail. La primera es una empresa que gestiona infraestructuras de transporte en ocho países y entre ellas, autopistas y líneas de tranvía y metro ligero. La segunda, forma parte de la empresa andaluza Magtel.