Seis empresas compiten en la liberalización de la alta velocidad (compartir)
Todo NoticiasÚnicamente Renfe y SNFC (con su filial Rielsfera) se presentan en solitario a este concurso, cada una de ellas a un paquete diferente. Las otras cuatro lo hacen poniendo sobre la mesa diferentes alianzas, salvo el caso de Eco Rail, que también se presenta en solitario. Talgo, lo hace a través de su filial Motion Rail, participada por el fabricante de trenes y el fondo de inversiones Trilantic, y el mayor grupo turístico nacional: Globalia, que acaba de dejar su principal negocio de transportes, Air Europa, en manos de Iberia y parece interesado en centrarse en la alta velocidad como estrategia de futuro. Ilsa, que ya tiene en cartera la concesión de una línea internacional entre Madrid y Montpellier, concursa con Trenitalia, el operador ferroviario italiano que le permitirá disponer de trenes con los que competir en ambos frentes, tanto en las líneas internacionales como en las domésticas.
El Adif dispone ahora de tres meses para elegir las tres ofertas que se harán con los tres paquetes en los que ha repartido los surcos ferroviarios, es decir, la capacidad de cada una de las líneas para soportar la circulación de trenes, de acuerdo también con un criterio de racionalidad. A partir de ahí, será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la que dé el visto bueno a la resolución que pondrá a mediados de marzo de 2020 a las empresas ganadoras en la parrilla de salida para gestionar sus recursos y tenerlos disponibles para empezar su actividad en los últimos días del año o primeros de 2021.
Antes de entrar en las valoraciones de las respectivas propuestas, los técnicos del Adif que han sido encargados de la selección, deberán comprobar en cada una de las ofertas si se cumplen los requisitos administrativos. Luego vendrán los criterios de evaluación de la solvencia técnica y económica para entrar finalmente en la valoración y puntuación de cada una de las ofertas. El Adif ya había anticipado en su momento que a la hora de hacer esas evaluaciones primaría aquellas que tengan una mayor incidencia en el mercado, es decir que oferten más plazas y viajes y, en consecuencia, que permitan al administrador de la infraestructura ferroviaria una mayor facturación por el uso de la red, que de esta manera conseguiría mejorar su rentabilidad.