GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

El bono AVE para viajes recurrentes que pueden utilizar los usuarios ourensanos para ir a A Gudiña por poco menos de 3,50 euros por viaje, a Sanabria por cinco euros o a Zamora por algo más de 8,60 ha dejado fuera una conexión que en la actualidad se encuentra en mínimos, a pesar de ser uno de los ejes de comunicación ferroviarios clásicos de Galicia: la relación Ourense-Vigo.

El bono para viajeros recurrentes en las líneas de alta velocidad con trayectos de menos de cien minutos va a permitir viajar entre Ourense y A Gudiña por menos de 3,5 euros. El bono de diez viajes tiene un coste de 34,90 euros, un poco más que los 31,35 que cuesta un billete habitualmente, sin disponer de las bonificaciones que reducen esa tarifa cuando se produce una compra con antelación o se realiza para circulaciones con baja ocupación.

La Confederación Nacional de la Construcción ha presentado un recurso contra la licitación del contrato para la construcción de la base de mantenimiento de la línea gallega de alta velocidad en A Mezquita, en el PAET de Vilavella. Dicho recurso solicita del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales la declaración de nulidad del pliego de prescripciones administrativas de ese contrato por considerar que no se ajusta a la legalidad, concretamente, en lo que se refiere a las cláusulas 28 y 39 de ese pliego.

Hace casi diez años que los usuarios de la estación de A Gudiña, ahora Porta de Galicia de alta velocidad, no gozan de los descuentos en billetes de tren del contrato de obligación de servicio público (OSP) que disfrutan el resto de las villas y ciudades gallegas en las que todavía para el tren. El programa de bonos gratuitos o con cincuenta por ciento de descuento para viajeros recurrentes en media distancia de las líneas de alta velocidad, no cubre las necesidades de la población ni de este municipio ni de los limítrofes, como nos cuenta el alcalde de A Gudiña, José María Lago, ya que ni los horarios están adaptados al uso propio de viajeros que se desplacen por razones laborales, ni el tipo de movimiento que suelen registrar los usuarios encaja en ese perfil que exige un mínimo de dieciséis viajes en cuatro meses, como es el caso de quienes se desplazan a Ourense para realizar gestiones, acudir al médico, realizar compras, etcétera.
Lago defiende, más allá de una política coyuntural que va a tener un horizonte de cuatro meses, la reincorporación en las estaciones beneficiarias de OSP.

A partir del 13 de septiembre, Ourense volverá a recuperar la conexión ferroviaria directa con Alicante, un tren que comenzó en la década de 1990 con una frecuencia semanal, pero ahora con carácter diario y un tiempo de viaje de algo menos de la mitad que aquellas 10 horas y 25 minutos que invertía el Talgo diurno en llegar a Alicante desde la estación de A Ponte.

Renfe todavía tiene pendiente de restituir doce trenes, todos ellos obligación de servicio público, la mayoría de la línea del Miño-Sil Vigo-Ourense-Valdeorras-Ponferrada, que han dejado sin servicio ferroviario las estaciones de Tui, Barbantes y Ourense San Francisco o han relegado el número de circulaciones a una por sentido en todo el corredor del Miño y poblaciones como O Carballiño, O Irixo y Maside, lo que impide utilizar el tren como medio de transporte para ir a trabajar, estudiar, etcétera y, por supuesto, impide beneficiarse de los bonos gratuitos de los viajes recurrentes en media distancia porque, por desgracia para miles de usuarios potenciales no tienen trenes en los que utilizarlos.