Transportes asegura que la parte española estará lista antes que la portuguesa en la alta velocidad Vigo-Oporto-Lisboa (compartir)
Todo Noticias
El pasado 27 de septiembre, el primer ministro portugués, Antonio Costa, anunció en los andenes de la estación de Oporto Campanha, el cronograma de realización del corredor de alta velocidad entre Lisboa y Oporto y Oporto y la frontera con Galicia por el Miño. El plan del gobierno portugués para el corredor que comunicará Porto y Galicia comienza con la realización del estudio en 2023, lograr la declaración de impacto ambiental en 2024, adjudicar el proyecto constructivo en 2025 y adjudicar las obras e iniciarlas en 2026. Las obras, que se realizarán por tramos, permitirán rebajar casi una hora el tiempo de viaje actual (2 horas 22 minutos) entre Vigo y Oporto, quedando en alrededor de hora y media en 2030 y entre Vigo y Braga, que hasta ahora no tiene conexión directa, en menos de una hora.
Para que esos 82 minutos se quedasen convertidos en una hora, entre Vigo y Oporto, España tiene que acompañar la construcción de la infraestructura portuguesa con otra en el lado gallego: la salida Sur de la estación de Vigo-Urzáiz, y un nuevo ramal entre la línea del Miño (Vigo-Ourense) y la frontera portuguesa, para conectar con un nuevo puente internacional sobre el río que enlace con la vía que irá a la nueva estación de Valença do Minho. En la parte eléctrica, si bien ya está el corredor A Coruña-Vigo (hasta la estación de Urzáiz) con el mismo tipo de tensión que las líneas portuguesas (25.000 voltios de corriente alterna), la línea del Miño trabaja con catenaria en corriente continua de 3.000 voltios, que habría que cambiar, una obra que ya está prevista para unificar también el Corredor Atlántico de Mercancías.
Habría una segunda fase constructiva en el lado portugués, previsto para más allá de 2030. Se trata de la nueva infraestructura y vía del tramo Nimes-Oporto, el último eslabón en el corredor de altas prestaciones portugués, que permitiría rebajar a unos 45 minutos el tiempo de viaje entre Vigo y Oporto.
Las autoridades portuguesas prevén su gran eje atlántico Lisboa-frontera española por el Miño, en doble vía de ancho ibérico, con traviesa polivalente por si en el futuro se migra a ancho estándar y unas velocidades máximas de hasta 300 km por hora en el tramo Lisboa-Porto y 250 km/h en el Porto-Frontera.
Todavía está pendiente de despejar la incógnita del paso del Miño, por dónde se realizará y quiénes asumirán la construcción del nuevo puente internacional.