Portugal afianza su proyecto de alta velocidad atlántica (compartir)
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Desde España se siguen con atención los movimientos y los plazos del proyecto portugués que, según el ministro de infraestructuras estará terminado en 2030, con una línea que llegará a la confluencia con la vía española, con calidad de un corredor de altas prestaciones, doble vía, y velocidades máximas de diseño de 200 a 300 kilómetros por hora.
En la parte española, de momento, los movimientos son políticos, como la declaración del Parlamento Gallego de instar al Gobierno para que aborde la salida Sur de Vigo y la conexión ferroviaria con la futura línea de alta velocidad portuguesa. Pero todavía no hay novedades respecto al avance de la tramitación de las obras pendientes para que esa conexión se materialice.
Adif todavía tiene que tomar en consideración el informe técnico que fue adjudicado para conocer las diferentes alternativas para desarrollar la salida Sur de Vigo, que podría ser únicamente de viajeros, desde la estación de Urzaiz, o tener igualmente un enlace a la terminal de mercancías de Guixar e incluso una adicional a la terminal del puerto en Bouzas, una de las grandes asignaturas pendientes, ya que el puerto de Vigo corre el riesgo de quedar peor comunicado que el resto de los grandes puertos atlánticos, a pesar de ser, en el caso de los gallegos, el de mayor movimiento de carga general y contenedores.
El horizonte de 2030 representa apenas ocho años para completar un tramo en la parte gallega de ese gran corredor atlántico que si bien es mucho más pequeño en longitud que todo el reto que se plantea el gobierno portugués, desde Lisboa hasta la frontera del Miño, con una línea hasta Oporto y de allí al límite con Galicia, pasando por Braga. Pero los tiempos en la construcción ferroviaria en nuestro país requieren de ese plazo, para redactar el proyecto, obtener la declaración de impacto ambiental, licitar las obras, adjudicarlas y ejecutarlas. Y no solo se trata del túnel de la salida Sur de la estación de Vigo. También la conexión de alta velocidad que dé continuidad al corredor del eje atlántico gallego desde Vigo hasta la frontera portuguesa, de manera que exista homogeneidad en el tipo de prestaciones de la línea desde A Coruña hasta Lisboa.