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El viaje Vigo-Madrid en 3 horas y 20 minutos no será posible hasta la próxima década (compartir)

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El viaje Vigo-Madrid en 3 horas y 20 minutos no será posible hasta la próxima década
AVE de la serie 106, el talgo AVRIL, que podrá llegar hasta Vigo entre 2022 y 2023.
Desde octubre de 2018 el Gobierno estima como tiempo de viaje más rápido entre Vigo y Madrid, en 3 horas y 20 minutos, sin variante de Cerdedo o un tramo de alta velocidad alternativo que reduzca la distancia entre Vigo y Ourense, una infraestructura que, de materializarse no se alcanzará hasta la próxima década. Pero conseguir rebajar el tiempo entre las estaciones de Urzaiz y de Chamartín hasta esas 3:20 tampoco será posible antes de 2030.

Los viajes entre Vigo y Madrid se encuentran, a día de hoy en un tiempo medio en torno a las cuatro horas y treinta minutos. El más lento emplea 4:44 y el más rápido, en 4:16. Los otros dos trenes directos diarios invierten 4:22 y 4:30 respectivamente en los viajes de ida. En sentido contrario, Madrid-Vigo, el más rápido lo hace en 4:12 y el más lento en 4:40. Todos son trenes Alvia y únicamente lograrían bajar sus tiempos actuales reduciendo el número de estaciones intermedias.

La llegada de los trenes AVRIL de rodadura desplazable, prevista por el ministerio de Transportes para el verano, en una fecha todavía indeterminada y sobre la que cada vez se siembran más dudas por posibles retrasos en las pruebas, permitiría dejar el viaje más rápido entre Vigo y Madrid en 3 horas y 20 minutos, según la previsión señalada por el Ministerio de Transportes, entonces Fomento, en 2018: 2:15 entre Madrid y Ourense y 1:05 entre Ourense y Vigo, incluyendo la parada en Pontevedra. De acuerdo con las cuentas del ministerio el AVRIL ganaría tanto tiempo de viaje entre Vigo y Ourense (25 minutos) como entre Ourense y Madrid, algo muy poco probable. ¿Sería posible ganar esos cincuenta minutos en total? Sí, pero no basta con la llegada del tren AVRIL, la futura serie 106 de los trenes AVE.

Margen de reducción Ourense-Vigo

Con respecto al trayecto Vigo-Ourense por Santiago, actualmente está asignado un tiempo de 90 minutos en el tren más rápido, con una parada en Pontevedra y utilizando la variante de Conxo que le evita entrar en la estación de Santiago. Si tenemos en cuenta que un tren de media distancia hace Vigo-Santiago con paradas en Pontevedra y Vilagarcía en 50 minutos y un Avant entre Santiago y Ourense recorre la línea de alta velocidad en 38, lo que suma 88 minutos, el AVRIL tiene mucho margen para rebajar el tiempo a 1:10 o incluso menos, siempre y cuando la infraestructura se encuentre en perfecto estado y funcione el ERTMS en el corredor del eje atlántico.

Variante exterior y estación de Ourense

Pero para lograr el objetivo de llegar a Vigo en 3:20 desde Madrid, incluyendo las parada en Zamora, Ourense y Pontevedra es necesario que se culminen dos obras que, en estos momentos todavía están en proceso de tramitación previa a su licitación: la intermodal de Ourense y los últimos diez kilómetros de la variante exterior, entre la entrada en Seixalbo y la estación ourensana.

Un AVE a Ourense tarda 2:15 pero el AVRIL que venga a Vigo, invertirá cinco minutos adicionales para pasar por el cambiador de Taboadela. Es el tiempo que necesita para detenerse antes de entrar en el cambiador y luego pasar a menos de 15 kilómetros por hora, para luego seguir viaje los últimos 16 kilómetros por el ramal de conexión y la vieja línea de Zamora desde la estación de Taboadela, ya en ancho ibérico. Si el tren pasa por el cambiador en la estación de Ourense, ya se suprime la parada en Taboadela y simplemente pasa por esa instalación a la velocidad de arranque si viene hacia Vigo o de frenada, si va a entrar en los andenes de la estación ourensana camino de Madrid, por lo que no supone un tiempo adicional cambiar el ancho de vía.

El problema es que ese ahorro no se materializará hasta que la estación intermodal se encuentre en servicio y, de momento el Gobierno acaba de aplazar por cuarta vez la licitación de sus obras a una fecha que no será antes de 2023. Eso significa que no empezarán las obras hasta 2024 y no estarán concluidas, como mínimo hasta 2028.

Por otra parte, los 16 kilómetros de vía única de tres carriles desde el ramal obligan no solo a velocidades de circulación de un tren convencional o incluso menos, dadas las características de ese tramo. También implican crear un colchón adicional en el tiempo de viaje para asegurar el cumplimiento del horario a pesar de ese cuello de botella que se forma entre Ourense y Taboadela, especialmente en determinadas horas del día en las que se encuentran con muy poco margen, composiciones que salen de la estación de Ourense con otras que llegan desde Madrid. Eso explica que con una única parada en Zamora, la velocidad comercial de los trenes AVE entre Madrid y Ourense sea de 205,6 kilómetros por hora mientras que en la línea de Barcelona a Madrid, con una única parada, sea de 225,8, y que un Alvia tenga entre Madrid y Ourense una velocidad comercial de 173 kilómetros por hora y entre Vigo y Ourense de 120 kilómetros por hora. Solo la variante exterior puede acabar con ese cuello de botella que asegure mejoras en la velocidad comercial de los trenes sin arriesgarse a tener que devolver total o parcialmente el precio de los billetes por incumplir el compromiso de puntualidad. El problema de la variante es que, mientras los primeros 7,8 kilómetros ya están en obras y serán terminados antes de 2026 (incluyendo vía y catenaria) porque ese es el plazo que condicionan los fondos Next Generation que los financian, los diez kilómetros siguientes se encuentran todavía en el limbo administrativo, a la espera de una licitación para la que el ministerio de Transportes ni si quiera cuenta con una fecha estimada, por lo que su conclusión es muy probable que se vaya más allá de 2030.

Con suerte, y cumpliendo el resto de los objetivos, el AVRIL podrá rebajar a 3:40 o 3:35 el viaje entre Vigo y Madrid. Eso sí, no solo con el ahorro de los veinte o veinticinco minutos entre Madrid y Ourense, sino añadiendo una rebaja muy significativa en la hora y media larga que emplea ahora entre Ourense y Vigo..