El retraso en la inauguración del túnel entre Chamartín y Atocha demora los AVE directos entre Ourense y el Sur de España (compartir)
Todo NoticiasEl “chato”, que es como se conoce coloquialmente esa nueva infraestructura porque une Chamartín y Atocha, lleva más años en obras, pruebas y espera de inauguración que la línea gallega de alta velocidad, pese a que tan solo tiene una longitud de algo menos de ocho kilómetros. Se trata de una pieza clave en la red de alta velocidad española porque es el único enlace directo entre las líneas del corredor Norte y Noroeste, es decir, las líneas de alta velocidad de Galicia, León y en unas semanas, Burgos, con las del Sur y Levante. Las operadoras privadas que tienen previsto iniciar sus servicios en esas líneas, como Ouigo a más corto plazo e Iryo, a finales de año quieren que sus trenes tengan en Chamartín su terminal de salida de la capital, para así ofrecer servicios tránsfer a los viajeros de regiones como Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, que llegan en trenes de Renfe a la estación Clara Campoamor.
En el caso de Renfe, además, la apertura del túnel le permitiría iniciar servicios de alta velocidad que rompiesen con el modelo radial central de las líneas AVE, que en la mayoría de sus servicios tienen el origen o destino en Madrid. Ourense es una de las ciudades que resultaría beneficiaria de ese cambio de modelo, ya que Renfe baraja varias posibilidades de trenes que prolonguen su viaje más allá de la estación madrileña de Chamartín, como Alicante o Sevilla.
Pero incluso para los viajeros que realicen su recorrido con transbordo, entre las ciudades gallegas y Sevilla, Córdoba, Valencia, Alicante, etcétera, la inauguración del nuevo tramo subterráneo madrileño, permitiría evitar el cambio de estación y la subida a un tercer tren de cercanías, intermedio entre el que llega a Madrid Chamartín y el que sale de Atocha rumbo a cualquiera de esas ciudades.