El contrato de mantenimiento de la línea de alta velocidad entra en fase de evaluación (compartir)
Todo NoticiasEl contrato había salido a licitación el pasado mes de noviembre, pero fue suspendido el plazo de presentación de ofertas como consecuencia de un recurso presentado por la Confederación Nacional de la Construcción y parcialmente estimado por el Tribunal Administrativo Central, lo que obligó a un cambio en el pliego de prescripciones técnicas.
Reabierto el plazo, se amplió hasta el 4 de abril para que las empresas interesadas pudieran presentar sus ofertas. Ahora corresponde a la comisión de valoración de Adif realizar la evaluación técnica y económica de cada una de las propuestas, puntuarlas y ofrecer al consejo de administración de Adif un dictamen.
El contrato tiene una vigencia de 48 meses. Antes de que comience a contar el plazo, todavía tiene que ser adjudicado y formalizado entre Adif y la empresa o unión temporal de empresas que resulten adjudicatarias. El importe de licitación, sin impuestos es de algo más de 56 millones de euros.
La empresa que resulte adjudicataria tendrá que asumir el mantenimiento tanto de la infraestructura como de la superestructura (vía, etcétera) y desarrollarlo de acuerdo con los criterios de actuaciones preventivas, pero también asumir aquellas que vengan sobrevenidas como consecuencia de imponderables. La complejidad de este contrato estriba en que no solo deberá acometer la labor de conservación en los 119 kilómetros de línea de alta velocidad desde Pedralba hasta la estación de Ourense, incluyendo el ramal y corredor de ancho mixto y el cambiador de anchos de Taboadela, así como la totalidad del corredor del Eje Atlántico, la bifurcación de A Grandeira y la línea de alta velocidad de ancho ibérico entre Ourense y Santiago, lo que implica tramos de ancho estándar y otros de ancho ibérico, además de 16 kilómetros de ancho mixto. Eso explica que en el cumplimiento de sus funciones de mantenimiento preventivo y correctivo deba de disponer de una base principal, la de O Irixo, para el control del ámbito de líneas de ancho ibérico y otra secundaria en A Mezquita, donde tendría que haber sido construida la base de montaje de Vilavella.