Las compañías ferroviarias estatales compiten entre ellas en las líneas de alta velocidad (compartir)
Todo NoticiasLa cooperación era la tónica general entre compañías ferroviarias públicas para compartir trenes y servicios transfronterizos. Renfe y CP, Renfe y SNCF, o los históricos servicios TEE (Trans Europ Express) y TEN (Trans Euro Night) que recorrían con trenes diurnos y nocturnos gran parte de la geografía del centro del continente… pero a la colaboración se ha añadido la competencia entre operadoras, gracias a la liberalización de los servicios ferroviarios que ha implantado la Unión Europea en su suelo.
El caballo de batalla de esta lucha por los viajeros se produce fundamentalmente en las líneas de alta velocidad, como una manera de rentabilizar los costosos parques de material rodante que requieren este tipo de servicios. Tanto SNCF con sus TGV como Trenitalia con sus Frecciarossa están extendiendo su área de influencia más allá de su propio territorio. El operador español, Renfe, va un poco rezagado porque las limitaciones presupuestarias durante más de una década debidas a la crisis de 2008 le privaron de incrementar su parte de trenes de alta velocidad hasta ahora, con los contratos firmados en 2016 y 2017 con Talgo, para la fabricación de 30 trenes AVRIL que conformarán la serie 106 y de otros 13 trenes que conformarán la serie 107, fabricados con el reciclaje de las composiciones de trenhotel que retiraron de la circulación la pasada década.
Renfe, al contrario que las otras compañías públicas ferroviarias, no basó su expansión de los últimos años en salir al exterior, sino en inaugurar nuevos servicios en su territorio nacional, en una red de alta velocidad que no ha parado de crecer y se haya convertido en la más grande de toda Europa.