El AVE llegó a Ourense con seis minutos y cuatro mil días de retraso (compartir)
Todo NoticiasEl primer AVE llegó a Ourense con seis minutos de retraso que acumuló en el curso de una parada técnica en Taboadela. Un retraso insólito porque en el viaje, tanto de ida como de vuelta juega con un amplio colchón para asegurar su puntualidad. Puede hacer los 463 kilómetros en dos horas sin forzar la marcha y lo demostró tanto a la ida como en los viajes de prueba previos al inicio del servicio comercial.
Pero esos seis minutos tienen un valor casi simbólico por los avatares de la historia de la línea de alta velocidad más veces aplazada y demorada de la red española. Seis minutos y casi cuatro mil días después de la fecha anunciada por Francisco Álvarez Cascos: 2010. 3.267 días tras la fecha marcada por Magdalena Álvarez: 2012. José Blanco, su sucesor pronosticó 2015 y su cálculo erró en 2.181 días. A medida que los años iban pasando, cada nuevo ministro iba asegurando que la suya sería la fecha definitiva: Ana Pastor, se dio un margen amplio con respecto a su predecesor. Pese a ello, tampoco cumplió. En el final de su mandato seguía asegurando que sería 2018, haciendo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, empeñase su palabra en una fecha que resultaba técnicamente imposible de cumplir y ella lo sabía. Su error fue nada menos que de 1.086 días.
Su sucesor, Íñigo de la Serna, pensó que suprimiendo de la ecuación la variante exterior de Ourense, que era el tramo más atrasado desde el punto de vista de la tramitación y recomponiendo los contratos que estaban en litigio en varios subtramos y los que habían quedado paralizados durante el mandato de su predecesora, lograría que el AVE llegase a Ourense antes de finalizar 2019. Se equivocó en 721 días. Aquí ya no fue un problema de negligencia política, sino de fallo de cálculo por parte de los técnicos del Adif que habían fijado un cronograma imposible de cumplir, como el tiempo pudo demostrar. José Luis Ábalos mantuvo el mismo plazo pero se curó en salud. Marcó el final de diciembre de 2019 no para la llegada del AVE sino para la finalización de las obras. Pero, de nuevo, el plazo señalado por los técnicos resultó inviable. Terminaba 2019 y todavía aseguraba que la demora sería de unos días, apenas unas semanas. Pero fueron cincuenta semanas, casi un año hasta que realmente se terminaron las obras.
El AVE llegó, por fin a Ourense, con un retraso acumulado, un retraso histórico. Los seis minutos fueron una mera anécdota.