Renfe da de baja los automotores que utilizaba en los trenes turísticos de Galicia (compartir)
Todo NoticiasLa serie 596 nació a partir de los camellos de la serie 593. Se trataba de automotores formados por dos coches motor y un remolque intermedio, que recibieron el apodo de camellos por las “jorobas” que parecían tener allí donde estaban emplazados los sistemas de aire acondicionado. La serie 593 entró en servicio entre 1982 y 1984 pero los problemas de su transmisión mecánica y la reducción de viajeros en las líneas que tenían asignadas hicieron que Renfe pensase pronto en deshacerse de ellos. Una parte de las 63 composiciones fue vendida de segunda mano a Chile y Argentina, donde todavía prestan servicio con casi cuarenta años de antigüedad. Otra, fue transformada en la serie 596. Para ello, se aprovecharon 26 coches motor con los que se construyeron los automotores de un solo coche, con 56 plazas sentadas, añadiendo un testero nuevo con cabina de conducción a la parte de cada coche motor que estaba previamente intercomunicada con el remolque intermedio.
Dentro de política de emplear trenes de formato y consumo más contenido en líneas de baja densidad de viajeros Renfe asignó trenes de esta serie a la comunicación entre A Coruña y Ferrol, entre Vigo y Valença de Miño y en el itinerario más largo que realizaba en Galicia, entre Ourense y Puebla de Sanabria, hasta que en 2013 fue suprimido ese servicio.
Su apodo de Tamagochi no solo obedece al pequeño tamaño sino también al hecho de que, como el juguete electrónico de finales del siglo pasado, requería de una constante atención por los problemas que ocasionaba su transmisión mecánica. No sería el primer caso de un tren o una locomotora que en España resultó fallido por problemas con la transmisión cuando en otros países circularon durante décadas sin el menor incidente, como había sucedido con la serie de locomotoras 340.
Como trenes turísticos se adaptaban perfectamente a ese servicio, ya que los usuarios de los mismos alternaban el viaje por líneas como la del Miño, Ribeira Sacra, Sil, o la de Zamora, con traslados puntuales en autocar, lo que facilitaba la operación ya que en ambos casos se manejaban aforos similares.
Sus últimos servicios en Galicia fueron entre Vigo y Valença, suspendidos indefinidamente como consecuencia de la pandemia, y entre Lugo y Ourense. El depósito de Ourense y su taller de mantenimiento fue una de las últimas bases de esta serie.