Isabel Pardo cree que Cerdedo es una variante posible mientras UGT se desmarca del proyecto (compartir)
Todo NoticiasEl estudio hidrogeológico, que todavía no estará finalizado hasta dentro de un año, está siendo realizado por la unión temporal de empresas Eptisa-Peñarroya, a la que se le adjudicó hace dos años por algo más de 1,3 millones de euros. Según los datos que avanzó la presidenta del Adif en Vigo, el trazado previsto para esa variante resulta idóneo, si bien todavía se requiere seguir la tramitación y algunos estudios de campo para poder llevar a cabo la nueva evaluación ambiental.
La variante de Cerdedo consiste en un ramal de 53,7 kilómetros de nueva construcción que permite comunicar el corredor del Eje Atlántico desde el municipio de Barro con el tramo de alta velocidad Santiago-Ourense a la altura de O Carballiño. De esa manera, los trenes entre de alta velocidad saldrían de Vigo-Urzaiz por su salida actual, cruzarían Pontevedra y unos kilómetros más adelante, entrarían en la referida variante, sin necesidad de llegar a Santiago ni al bypass de Conxo. De los casi 54 kilómetros, cuarenta discurren en túneles y más de cinco sobre viaductos, lo que da una idea de la dificultad y el elevado coste de su construcción, que se estima en torno a los 2.500 millones de euros, una cifra muy similar a lo que cuestan los 104 kilómetros entre Pedralba de la Pradería y Taboadela.
Opciones más baratas
Los técnicos de UGT, que llevan años trabajando sobre trazados para darle una salida de alta velocidad a Vigo, consideran sin embargo que hay opciones más económicas y con mejor encaje estratégico desde el punto de vista del desarrollo ferroviario de la Galicia Sur. Tras la propuesta de Ponte Caldelas, ahora manejan una nueva alternativa, en paralelo a la línea del Miño, tras abandonar el término municipal de Tui, donde la línea de la futura salida Sur de Vigo se bifurcaría, como actualmente, para desviarse a Portugal cruzando el Miño, o para seguir hacia Ourense. En esencia se trata de trazar una línea de nueva construcción desde ese punto hasta las cercanías de Ourense. El trazado de nueva construcción sería de algo más de 70 kilómetros y, junto con la salida sur de Vigo, reduciría la distancia con Ourense de los 132 kilómetros actuales a poco más de 95. Junto con la opción que maneja la plataforma cívica de defensa de la variante por Mondariz, son las dos únicas alternativas que cumplen con el primer mandamiento de una línea de alta velocidad: que sea la línea más corta posible entre dos puntos, en cuyas antípodas se encuentra el trazado actual por el bypass de Conxo, que eleva en 40 kilómetros la distancia entre Vigo y Ourense.
Las dos alternativas que se plantean a Cerdedo suponen un ahorro de entre doscientos y quinientos millones de euros. Si bien es cierto que, en uno y otro caso se trata de una línea trazada sin un estudio que afine, tanto las afecciones como las inversiones necesarias.