GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

El tren entró en Taboadela poco antes de la una de la tarde tras recorrer los 103 kilómetros de vía derecha y realizar pruebas y auscultaciones tanto de la vía como de la catenaria. A diferencia del tren laboratrio que le precedió, el BT, que también midió los parámetros de la catenaria con una auscultación dinámica que lo llevó a circular hasta doscientos kilómetros por hora, el Séneca, que es un tren de muy alta velocidad, desarrolló dichas pruebas superando incluso los 300 kilómetros por hora y lo hizo alimentando sus motores de tracción y todos sus equipos auxiliares con los 25.000 voltios de corriente alterna que le suministraba la catenaria. El Séneca, no solo realizó las auscultaciones dinámicas de vía y catenaria. También verificó las comunicaciones tren tierra y los sistemas de señalización de la línea. Poco antes de las dos de la tarde, el tren dejó Taboadela para emprender una nueva verificación, esta vez de la vía izquierda, que ya está operativa en los 71 kilómetros desde Taboadela hasta Vilavella.

Todavía queda pendiente de realizar la auscultación y comprobación de la catenaria entre Taboadela y la estación de Ourense, que también se realiza a la misma tensión y corriente alterna, en los 16 kilómetros que separan el final del trazado de alta velocidad y la terminal de viajeros de la ciudad, en el barrio de A Ponte. De esos 16 kilómetros, los dos primeros son de vía única y tres carriles desde la salida del cambiador de ancho, en el ramal que conecta la línea de alta velocidad con la de ancho ibérico que llega desde Zamora y continúa siendo de tres carriles desde la estación de Taboadela hasta que pasa el viaducto del Miño, a partir del cual se desdobla en dos vías, una de las cuales, de ancho estándar se vuelve a desdoblar para conformar las vías 1 y 2 que terminan en Ourense y la otra enlaza con el resto de las vías pasantes de la estación para que los trenes de alta velocidad en ancho ibérico puedan continuar viaje al resto de las ciudades gallegas por la red convencional.

En plazo si no hay sorpresas

Las pruebas realizadas por el tren BT entre la última semana de marzo y la primera de abril y por el Séneca ahora se han realizado dentro de los plazos con los que el Adif y el ministerio de Transportes manejan la agenda que podría permitir estrenar la línea gallega de alta velocidad el próximo otoño, entre los meses de octubre y diciembre, lo que convertiría al tramo más difícil de toda la red ferroviaria española de alta velocidad también en el que se desarrolló más rápidamente la fase de pruebas: menos de un año desde la finalización de las obras, frente a los 18 a 25 meses que necesitaron otros tramos de geometría mucho más sencilla. A diferencia del tramo inmediatamente anterior, entre Zamora y Pedralba, hubo que esperar más de seis meses entre el momento en el que estaba prevista la actuación del tren Séneca, entonces fuera de servicio por encontrarse en el taller, y su circulación por la línea, en enero de 2020. Y aunque pasada esa fase se estimaba que el estreno del tramo podría ser en junio de 2020 finalmente se retraso cuatro meses más.