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Comboios de Portugal suspende el servicio ferroviario Porto-Vigo (compartir)

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Comboios de Portugal suspende el servicio ferroviario Porto-Vigo
El cierre de fronteras decretado por el gobierno portugués, como consecuencia de la crítica situación en la que se encuentra el país vecino por la alta incidencia del coronavirus en la población ha tenido consecuencias también en las relaciones ferroviarias con España. Suspendiéndose los dos únicos trenes internacionales que quedaban en activo: el regional Entroncamento-Badajoz y el tren Celta, Porto-Vigo.

Comboios de Portugal, la operadora ferroviaria propietaria de los únicos trenes que realizan servicios internacionales entre dicho país y España ha suspendido los dos supervivientes, hasta ahora, de la pandemia: el regional 5501 Entroncamento-Badajoz (5500 en sentido contrario) finaliza su viaje en Elvas, en el lado portugués de la frontera y no cruza ya hasta la capital extremeña. Peor destino corre el tren Celta entre las estaciones de Porto Campanha y Vigo-Guixar que ha quedado suspendido en todo su trayecto. En el caso del Celta, Comboios de Portugal había recuperado la circulación de la mitad de los servicios, dos por sentido, el pasado 16 de agosto, tras el cierre de fronteras producido durante la primera oleada de la pandemia. Hasta entonces, Comboios de Portugal tenía en su tabla de horarios, cuatro trenes internacionales diarios. Además de los dos referidos antes (y en el caso de tren Celta, con cuatro servicios por sentido), los dos trenes nocturnos históricos: el Lusitania Lisboa-Madrid, y el Sud Expreso Lisboa-Hendaya. En el momento de la suspensión de ambos trenes nocturnos eran atendidos por composiciones de tren hotel de Talgo que CP tenía alquiladas a Renfe Operadora.  El cierre de ambos servicios, a diferencia de los anteriores, fue indefinido y Comboios de Portugal devolvió a Renfe los trenes, por lo que no está previsto que vuelvan a circular una vez que finalice la pandemia.

Además de la reducción de la movilidad de los nacionales de ambos países, estos trenes se vieron afectados por el colapso de la actividad turística, ya que eran los medios de transporte favoritos de muchos viajeros del resto de Europa que realizaban rutas turísticas por España y Portugal, así como peregrinos que lo empleaban para el retorno después de realizar el camino portugués.