Renfe aplaza a un hipotético crecimiento de la demanda el regreso de los trenes suprimidos (compartir)
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Esa supresión se acerca al setenta por ciento de los servicios ferroviarios de larga distancia, con la agravante de que no solo ha reducido las frecuencias, también ha suprimido destinos tradicionales, como el intercity al País Vasco o el interregional a León, ciudad a la que se ha pasado de tener cinco trenes diarios a tan solo uno, que es el mismo que va a Barcelona. Renfe aprovechó la crisis para borrar del horario de trenes los dos únicos trenes nocturnos que quedaban en España: el que unía las ciudades gallegas con Barcelona y el tren nocturno Galicia-Madrid. En ambos casos se trataba de trenes hotel venidos a menos, con una mengua importante en los servicios y la calidad.
Renfe sostiene insistentemente que las frecuencias y servicios suprimidos se irán reponiendo a medida que se recupere la demanda, una respuesta que carece de sentido. La demanda no se recupera si no hay servicios. Los viajeros no se van a las estaciones hasta abarrotar los andenes hasta que un día aparezca un tren. Muy por el contrario, cuando un modo de transporte se retira del mercado lo sustituyen por otro.