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Los vagones que no servían para los trenes al País Vasco circularán por Portugal antes de fin de año (compartir)

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Los vagones que no servían para los trenes al País Vasco circularán por Portugal antes de fin de año
Coches de viajeros del diurno al País Vasco procedentes de Vigo y A Coruña en el proceso de acoplado en la estación de Ourense. (Foto Carlos Tavares)
Galicia se quedó sin el tren diurno al País Vasco, con dos ramas que viajaban desde Vigo y desde A Coruña y que eran acopladas en Ourense para luego seguir viaje hasta el País Vasco y Hendaya. Una rama se segregaba para rendir viaje en Bilbao y la otra lo hacía en Irún-Hendaya, después de haber pasado por San Sebastián. El tren que llevaba circulando desde 1965, primero con trenes automotores (ter), luego con electrotrenes y finalmente con composiciones convencionales formadas por una locomotora y varios coches de viajeros, acabó sus días, precipitadamente, en las primeras semanas de 2020 con la excusa de que una pequeña pieza del sistema de climatización contenía amianto. Dicha pieza, que nunca había sido ni eliminada ni sustituida a pesar de las varias revisiones y transformaciones a las que ya habían sido sometidos estos coches, se consideró ahora razón suficiente para retirarlos fulminantemente de la circulación.

Resulta paradójico que esa justificación haya servido para que Renfe Operadora diese de baja dichos coches, tanto los que cubrían el servicio diurno entre Galicia y el País Vasco, como los que todavía estaban en reserva en otros depósitos de la empresa ferroviaria y se los haya vendido a precio de saldo a la compañía Comboios de Portugal, que ha visto así resuelto su problema de falta de material rodante sin tener que afrontar el gran desembolso y plazo dilatado de sacar a concurso la fabricación de nuevas unidades.

En total, la compra consumada por parte de Comboios de Portugal a Renfe es de 51 coches de viajeros, por un importe de 1,65 millones de euros, con un precio medio unitario de algo más de 32.000 euros.  Estos coches se encuentran ya en los talleres de Gifões donde serán reformados en cuanto a interiorismo y aspecto exterior y adaptados para el uso que Comboios pretende darle a este numeroso lote de coches. La transformación, que incluye también la eliminación de la pequeña pieza de amianto en aquellas unidades que la tienen, rondará los seis millones de euros, lo que significa que por poco más de siete millones y medio de euros, Comboios de Portugal dispondrá de material rodante que de haberlo comprado nuevo le habría costado 60 millones de euros, algo más de un millón de euros por coche (ya solo el sistema de climatización de cada uno de ellos había costado en origen más de veinte millones de pesetas, es decir, 120.000 euros). Pero con la compra a precio de ganga y un trabajo concienzudo en los talleres de la compañía ferroviaria portuguesa, lograrán ponerlos en circulación por menos de 150.000 euros cada uno.

Según el diario portugués Público, los nuevos coches de CP iniciarán su circulación en los servicios Intercidades por la línea del Miño entre los meses de diciembre de 2020 y enero de 2021. La versatilidad que ofrecen los trenes formados por coches y locomotora va a permitir que composiciones encabezadas por una locomotora diésel puedan hacer el trayecto Vigo-Oporto o con locomotoras eléctricas, como actualmente, realicen más servicios diurnos entre Viana do Castelo y Lisboa.

La inversión realizada le supondrá a Comboios de Portugal un triple beneficio económico. El primero de ellos, el ahorro en la compra de coches de viajeros de segunda mano que tenían un rodaje muy reducido, ya que desde bien entrada la década de 1990, Renfe fue marginando este tipo de composiciones y acumulando coches de primera y segunda clase, literas, camas, restaurante y cafeterías en distintos depósitos.  Incluso los Arco como los que circulaban entre Galicia y el País Vasco, fabricados en esa década y modernizados al final de la misma, fueron siendo relegados prematuramente y el diurno a Bilbao y Hendaya se mantuvo porque Renfe no encontraba alternativa viable a un servicio que requería el desdoblamiento de ramas al llegar a Ourense y a Miranda de Ebro. Lo cierto es que la sustitución por trenes de otra tipología resultó fallida y ese servicio desapareció.

Además de los coches tipo Arco como los que se suprimieron de las vías gallegas a principios de este año, el lote para Portugal también incluía coches climatizados que realizaban los servicios nocturnos de expresos tipo “estrella” desde el final de la década de 1980, como los Estrella “Rías Bajas” y “Rías Altas”, que nada más comenzar la década de 1990 fueron fusionados en el “Rías Gallegas”, que viajaba unido desde Ourense a Madrid, o el “Estrella Galicia”, el expreso nocturno entre Galicia y Barcelona, así como otros que prestaban sus servicios de expresos nocturnos con camas y literas por el resto de la red ferroviaria española.