La crisis del coronavirus podría posponer la liberalización del AVE hasta 2022 (compartir)
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En la fase de tramitación, las empresas adjudicatarias de los lotes de disponibilidad de las líneas, tienen hasta diciembre de 2020 para desarrollar su estructura comercial, plan de empresa y creación de su flota de trenes con los que hacer frente a los servicios comprometidos. A esto hay que añadir el cumplimiento de las obligaciones de tramitación administrativa. Hasta ahora, las empresas han ido cumpliendo los plazos en la fase de tramitación, si bien el Adif ha decidido posponer la firma del acuerdo marco con las tres operadoras.
Las dificultades generadas tanto en las empresas como en sus proveedores por la situación sanitaria están dentro de las contingencias que podrían justificar el aplazamiento por fuerza mayor y que, en primera instancia ya obligaron a Renfe a aplazar la inauguración de su servicio de trenes de alta velocidad de bajo coste AVLO.
El horizonte de incertidumbre que se cierne sobre la economía a medio plazo es otra de las causas que están estudiando las empresas, ya que todavía no hay una definición de plazos en los que se restaurará la normalidad en los servicios ferroviarios, ni tampoco se sabe en qué medida la crisis económica que derivará de la sanitaria puede incidir en una caída en la demanda de los servicios ferroviarios de alta velocidad.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en sus resoluciones sobre el acuerdo marco entre el Adif y cada una de las empresas que entrarán en competición por los tres corredores principales de la red de alta velocidad española, firmado el pasado 6 de abril daba pie a que se produjese tal contingencia, entendiendo que sería sobrevenida por una causa ajena y de fuerza mayor.
Ilsa, ya inicialmente tenía previsto empezar sus operaciones en 2022, año en el que espera recibir las composiciones de Trenitalia compañía pública italiana con la que se ha asociado para esta actividad. Pero va a depender de que el ritmo de trabajo en la fabricación no se vea mermado por las circunstancias actuales, habida cuenta que Italia es, junto con España, uno de los países en los que la crisis del covid-19 ha causado más impacto en su actividad económica.
En el caso de Rielsfera, que habrá de iniciar sus servicios a partir del próximo mes de diciembre, tiene por delante todo un proceso de pruebas. Sus trenes están homologados y de hecho ya circulan por la red ferroviaria española, pero los trenes que circulan por la línea Madrid-Sevilla lo hacen gobernados no por el ERTMS, que es el sistema normalizado europeo, sino por el LZB alemán por lo que tendrá que adaptar sus trenes para ese formato y hacer las pruebas correspondientes.