Trenes de la serie 114 en primer plano y de la 102 al fondo, en la estación madrileña de Chamartín.
Tres series de trenes comerciales de Renfe están realizando las pruebas de fiabilidad en los 95 kilómetros del tramo Olmedo-Zamora para implantar en su recorrido el sistema de señalización y comunicaciones ERMTS en su nivel 2, tal como ya opera desde Madrid-Chamartín hasta Olmedo. Tras las pruebas de carácter técnico que ya se llevaron a cabo, la fase actual consiste en el recorrido sistemático por ese tramo con trenes comerciales, para evaluar las características y circunstancias de operatividad tal como sería en plena explotación comercial. No hay una cifra fija de recorridos, pues depende de las circunstancias de cada línea, pero como media, esas circulaciones de prueba suelen suponer alrededor de unos 15.000 kilómetros, antes de finalizar la fase. Eso se traduciría en unos 150 viajes entre ambos puntos de la línea. Para la ejecución de estas pruebas de fiabilidad, el Adif está contando con trenes de tres series diferentes: el Alvia 730, que es el que actualmente circula a diario por ese tramo pues es el que conecta las ciudades gallegas con Madrid, el Avant de la serie 114, que realiza circulaciones habitualmente de media distancia en la línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid y el AVE 102, que habitualmente presta su servicio en varias líneas de alta velocidad, entre ellas la que une las ciudades de Madrid y León. De los tres tipos de trenes, los dos primeros tienen una velocidad máxima autorizada de 250 kilómetros por hora y el tercero, de 330 kilómetros por hora.
Se espera que para cuando se terminen las pruebas de fiabilidad entre Olmedo y Zamora, puedan comenzar en el tramo siguiente, entre Zamora y Pedralba de la Pradería. Las dos diferencias más significativas entre ambos tramos, que son consecutivos, los dos primeros en la línea de alta velocidad a Galicia, las constituyen el hecho de que el primero es mayoritariamente de vía única y solamente hay que evaluar la vía 1, salvo un pequeño tramo de vía doble, y el segundo es mayoritariamente de vía doble, salvo los primeros ocho kilómetros entre la estación de Zamora y La Hiniesta.
En ese mismo subtramo se encuentra la otra diferencia: el paso de los túneles de Bolón y Valorio se realiza con una vía de ancho dual y tres carriles, que compartirán los trenes de alta velocidad con los de ancho ibérico. Se trata de un pequeño fragmento de 2,3 kilómetros, pero hará más complejas las pruebas que en el tramo precedente.
La exigencia de ejecutar las pruebas de fiabilidad, antes de que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria le dé autorización para poder estar operativos, permite que los tramos de nueva creación entren en servicio a pleno rendimiento de circulaciones y velocidad máxima.