La Xunta espera que Bruselas financie la salida sur de la estación de Vigo (compartir)
Todo NoticiasLos fondos, destinados al Corredor Atlántico, una arteria estratégica para la circulación de mercancías por toda Europa, podrían encontrar encaje en este proyecto, siempre que se complementase la realización de la salida sur de la estación de Urzaiz, con la conexión del puerto de Vigo, ya que la financiación está vinculada al desarrollo de un corredor de mercancías y la estación de Urzaiz es exclusiva de viajeros.
Un proyecto con historia
La salida sur de la estación de viajeros de Vigo es una demanda reivincicada ya en la década de 1990, cuando se empezó a hablar del corredor del Eje Atlántico, entre otras razones, porque permitiría enlazar con su homólogo portugués, que luego fue finalmente descartado, sin necesidad de dar un rodeo que obliga a retroceder hasta Redondela para salir de la ciudad.
Vigo cuenta actualmente con dos terminales de viajeros, pero una de ellas es provisional, la de Guixar, en la calle Areal. Esta estación ocupa parte de la infraestructura ferroviaria que estaba destinada a mercancías, cuya construcción tiene ya más de cincuenta años, aunque ha sido objeto de numerosas modificaciones y ampliaciones a lo largo de ese tiempo. Tal como fue trazado el corredor del Eje Atlántico, no existe conexión entre dicha línea de altas prestaciones con la del Miño que viaja al resto de la península: Portugal, Madrid, Barcelona, País Vasco… lo que obliga a que los trenes internacionales y de larga distancia salgan todos de una estación provisional que de no construirse la salida Sur está condenada a coexistir con la de Urzaiz y romper con el modelo de la intermodalidad que teóricamente debería imponerse en el nuevo mapa ferroviario gallego.
Actualmente la estación de Urzaiz, con una inversión total prevista de 150 millones de euros no es más que una estación para trenes de media distancia que unen Vigo con Pontevedra, Santiago y A Coruña y a medio plazo se convertirá más que en la gran terminal de viajeros que se anunciaba cuando fue ideada, en un simple centro comercial con una estación de seis vías para viajar por el corredor atlántico.
Solo llevar a cabo la salida sur pone fin a este despropósito ferroviario. Sin embargo, para que los fondos comunitarios puedan ser destinados a tal objetivo, han de resolver también la salida sur de las mercancías desde el puerto.
En el primer diseño que se había esbozado de dicha salida, antes incluso de que el proyecto de estación estuviera materializado, se contemplaba una línea que atravesaba en túnel la ciudad cruzando Urzaiz, con un enlace con una línea ferroviaria que saldría de la terminal de Bouzas y una posible conexión con el aeropuerto de Peinador, aspecto éste que resultaba complejo dada la altitud a la que se encuentra la instalación aeroportuaria, lo que obligaría a una estación subterránea a más de 105 metros de profundidad que es la distancia a la superficie que tiene la estación más profunda actualmente en servicio en el mundo.
La salida sur enlazaría directamente la estación de Vigo con la línea del Miño en un punto antes de la estación de Guillarei, eliminando así la necesidad de que los trenes de viajeros cruzasen por el casco urbano de O Porriño, pero no los de mercancías, ya que Guixar tendría que salir forzosamente por la línea de Redondela, al igual que los trenes madereros que proceden de distintas estaciones de la provincia de A Coruña y que tienen como destino las plantas de producción de celulosa de Portugal, al igual que sucede con los trenes siderúrgicos, y el cerealero que une el puerto de Marín con la terminal ferroviaria de Coren en San Cibrao das Viñas.
Salida Sur y Cerdedo
La salida Sur, cuyo coste se estima en torno a los 400 millones de euros, acortaría la distancia entre Vigo y Ourense de los 131 kilómetros actuales por la línea del Miño a 110, reduciendo el tiempo de viaje de los trenes rápidos de 1 hora y 25 minutos a poco más de una hora. Incluso si se realizan modestas actuaciones en el actual trazado del Miño entre Ribadavia y Arbo, como una variante que redujese parte del sinuoso trazado siguiendo la orilla del Miño con un túnel que atajase el rodeo y se desdoblase la vía en parte del trazado, Ourense y Vigo verían reducido a menos de 45 minutos el tiempo de viaje y la distancia entre Vigo y Madrid quedaría a tres horas, con el trazado del AVE ya operativo hasta Ourense. Sería el mismo tiempo que se invertiría con la variante de Cerdedo pero con un coste 1.500 millones más barato.