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La estación Porta de Galicia, también quiere ser de Portugal (compartir)

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La estación Porta de Galicia, también quiere ser de Portugal
Antigua estación de Bragança, convertida en estación de autobuses.
Las fuerzas sociales de Tras Os Montes quieren que el gobierno portugués mejore las comunicaciones viarias entre esta región nordeste del país vecino y Galicia, mediante la construcción de una vía rápida, una IP que enlace Macedo dos Cabaleiros y Vinhais con A Gudiña, atravesando el Parque Natural do Montesinho, para poder acceder al AVE español, a través de la estación Porta de Galicia de A Gudiña. La petición fue realizada a la Asamblea de la República Portuguesa. La conexión se realizaría a la autovía de las Rías Bajas, a la altura de Vilavella y desde allí hasta A Gudiña por la autovía española. Los portugueses consideran que las comunicaciones beneficiarían a ambos lados de la raya, por lo que piden a las autoridades españolas que mejoren el corto tramo existente entre la autovía en Vilavella y la frontera portuguesa por el municipio de A Mezquita, para conectar con la IP que demandan sea incorporada al plan decenal de infraestructuras rodoviarias.

Tras-Os-Montes, que dispuso hasta hace 27 años de varias líneas ferroviarias de ancho métrico. La más cercana a Galicia fue la Linha do Corgo que unía Chaves y Vila Real con Oporto a través de Regua, y sobre la que hubo proyectos para que llegase hasta Ourense, con una conexión por Verín. La otra, era la Linha do Túa que llegaba hasta Bragança. Ambas fueron cerradas en la década de 1990. Actualmente la mayoría de las estaciones de estas líneas fueron reconvertidas en estaciones de autobuses. El área más oriental de Tras-os-Montes es también la más aislada de Portugal y del resto del mundo, aunque han mejorado las comunicaciones viarias y dispone de dos aeródromos, uno en Bragança y otro en Vila Real, que cuentan con vuelos diarios de carácter doméstico, atendidos por la compañía regional Sevenair. Un vuelo entre Bragança y Vila Real dura aproximadamente veinte minutos y el precio del billete, cuesta entre 10 y 15 euros, dependiendo del vuelo y si se contrata de ida y vuelta. Desde Bragança, actualmente hay conexiones aéreas con varios aeropuertos portugueses, entre ellos el de Cascais, el más cercado a Lisboa con el que opera Sevenair.

El tren de alta velocidad español a su paso por A Gudiña facilitaría la comunicación con el resto de España y de Europa por ferrocarril a un amplio contingente de población, desde el entorno de Montesinho hasta Vila Real. Esta última ciudad está actualmente muy bien comunicada, ya que sus habitantes, así como los de todo el antiguo corredor de la Linha do Corgo, disponen de comunicación por autovía, directamente hasta la estación de A Gudiña, a través de Verín.

Para los viajeros procedentes de Bragança, si se construye la nueva IP que reclaman que forme parte del plan de infraestructuras de la próxima década, la estación de A Gudiña estaría más cerca en términos de tiempo que la de Otero de Sanabria, ya que la carretera que une Bragança con Puebla de Sanabria a través de la frontera por Calabor es una de las peores carreteras de toda la Península Ibérica.

En sus reivindicaciones, las fuerzas vivas de Tras-Os-Montes reclaman también mejoras en el aeródromo municipal de Bragança, prolongando las pistas para que puedan operar aviones de más capacidad y autonomía, y propiciar conexiones internacionales que faciliten el flujo en ambos sentidos por esa nueva carretera. Es decir, que mientras los portugueses se interesan por la mejora que representaría la estación Porta de Galicia de A Gudiña, para los gallegos de esas comarcas resulte atractivo ir a Bragança a tomar un avión a Lisboa, Madrid, otras ciudades de la península e incluso de Europa.