Arriva no sabrá hasta final de año si Competencia autoriza su línea entre A Coruña y Oporto (compartir)
Todo NoticiasLa solución, que se anticipaba más fácil y rápida, al principio se hablaba de que estaría resuelta en el mes de octubre, tiene todavía asuntos que resolver que le ocuparán, al menos hasta casi finalizar este año. Los principales escollos están en dirimir si el servicio ferroviario internacional afectaría a las cuentas del servicio entre A Coruña y Vigo realizado por Renfe Operadora, que en el caso presta en régimen de servicio público. Para la operadora pública, si el tren de Arriva realiza paradas intermedias en Galicia con subida y bajada de viajeros, podría afectar a su cuenta de explotación. El corredor atlántico se ha convertido en el servicio de media distancia con el mayor crecimiento de viajeros de toda la red ferroviaria española, un plato muy apetecido para cualquier operadora. Pero las líneas domésticas o nacionales todavía no se privatizarán hasta 2020, por lo que las cuatro frecuencias de Arriva por sentido no podrán afectar en más de un 1 por ciento a la de Renfe, considerada de obligación de servicio público para servicios de media distancia, salvo que acredite un incremento de un 30 por ciento de viajeros de nueva creación, en cuyo caso podría afectar hasta un 2 por ciento.
En caso de que Arriva tenga vía libre, dispondrá de poco más de seis meses para conseguir los trenes con los que llevar a cabo los cuatro servicios por sentido que inicialmente tiene previsto implantar, rescatando una vieja conexión que existió entre A Coruña y Oporto hace más de cuarenta y cinco años y que duró tan solo un año. Si bien es cierto, entonces el trazado era mucho peor entre A Coruña y Vigo y Nine y Oporto, apenas ha cambiado entre Valença do Minho y Nine, salvo en que ha sido electrificado entre Nine y Viana do Castelo.