El AVE del desierto volará bajo en sus primeros meses de operatividad (compartir)
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La compleja obra de ingeniería se enfrenta ahora tras la inauguración oficial que hoy presidió el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, a la nada difícil explotación comercial cuyo inicio está previsto para el próximo cuatro de octubre.
Aunque la mayoría de las doce empresas del consorcio español ya han terminado su participación en el proyecto, deben seguir respondiendo de los trabajos de su responsabilidad durante estos doce años de explotación comercial que ha sido encomendada a Renfe Operadora. Talgo, fabricante de los 36 trenes, tendrá también que afrontar el mantenimiento de los mismos y Adif, el mantenimiento y la gestión de la infraestructura y sus estaciones.
Todas las previsiones que se habían estimado en la fase eufórica del proyecto, cuando éste comenzaba a fraguarse, se han ido enfriando. De entrada, la velocidad máxima a la que podrán viajar los trenes durante la primera fase de explotación comercial no será de 300 kilómetros por hora, sino de 200, porque los 450 kilómetros de doble vía de la Línea Haramain estarán controlados con el sistema Asfa Digital, el mismo que tienen la mayor parte de las líneas convencionales españolas, incluyendo el Eje Atlántico, y el único tramo del trazado gallego de alta velocidad actualmente en servicio.
Las previsiones de viajeros, que se estimaban con cifras millonarias, se han revisado también a la baja y esto sí que ha resultado un jarro de agua fría para Renfe Operadora, que no solo podría ver reducidas sus expectativas en cuanto a beneficios de explotación, sino que también podría convertirse en una línea que le generase números rojos. Y eso cuando por fin había conseguido cerrar un ejercicio con superávit en España.