La Xunta espera tener finalizada la estación de autobuses para la llegada de los primeros viajeros en AVE a Ourense (compartir)
Todo Noticias
La estación intermodal de Ourense tiene un proceso de ejecución complejo, ya que incluye obras que son de competencia de diferentes administraciones, cuyas adjudicaciones siguen caminos distintos, aunque en la mayoría de los casos paralelos. Así, la estación de autobuses corre por cuenta de la Xunta de Galicia, la remodelación de andenes y playa de vías, es competencia de Adif Alta Velocidad, la nueva terminal, del Ministerio de Fomento y el estacionamiento subterráneo, de Adif y Xunta.
Las obras de la nueva terminal de autobuses comenzó con el derribo de los elementos existentes que se han visto afectados por la construcción, entre los que se incluye el supermercado Froiz y una nave. La construcción de esta estación de autobuses, que tendrá una superficie construida de 713 metros cuadrados permitirá que los viajeros procedentes de líneas de autobuses interurbanas, provinciales y regionales puedan enlazar con los servicios ferroviarios de pasajeros y viceversa, en sendas terminales que estarán integradas en una misma estación. Estos servicios se completan con un estacionamiento subterráneo con capacidad para 302 coches, distribuido en dos plantas.
La realización de estas obras afectará al actual estacionamiento de superficie, por lo que en las mismas tendrá que habilitarse un espacio provisional para el aparcamiento de coches en tanto se van realizando unas y otras obras.
Plazos ajustados
Los vecinos del barrio de A Ponte, y más concretamente del entorno de la estación de Empalme tendrán que sufrir los inconvenientes de casi un año y medio de obras, que se prolongará a lo largo de 2019 y los primeros meses de 2020, en un amplio espacio. Los plazos son ajustados para que todo esté listo para la llegada de los primeros trenes de alta velocidad en servicio comercial, pero, aunque se cumpliesen los plazos comprometidos por el ministerio de Fomento de que las obras del trazado estuviesen finalizadas antes de que acabe 2019, a partir de ese momento se abriría un largo período de pruebas que no terminaría hasta el verano de 2020, por lo que la Xunta tiene margen suficiente para cumplir su objetivo.