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Tal como adelantó La Región y esta web, el nuevo ministro de Fomento se tendría que enfrentar tras su toma de posesión, a revisar los plazos comprometidos por su predecesor, dado que si bien las obras avanzan a buen ritmo, existen determinadas acciones cuyos plazos han quedado sobradamente superados, como es la adaptación de la vía convencional entre Taboadela y Ourense Empalme, todavía sin licitar y que requiere de 15 meses de obras, más los 5 como mínimo que requiere la tramitación desde la licitación hasta el comienzo de los trabajos. Lo mismo sucede con los viaductos de As Teixeiras, fiados a un plazo límite que podría verse comprometido ante cualquier imponderable.

No sucede lo mismo con el tramo previo, entre Zamora y Pedralba de la Pradería que se encuentra ya en el penúltimo paso de su ejecución, el montaje de la vía y catenaria en la mayor parte de su trazado, salvo en el subtramo entre Cernadilla y Pedralba, donde las obras de la plataforma podrían estar terminadas en cuestión de semanas, lo que no altera la secuencia de montaje de la vía que ya empezó en La Hiniesta y avanza a un ritmo de más de ocho kilómetros diarios. Que este tramo esté en pruebas antes de finalizar 2018 es casi seguro y que su estreno en el servicio comercial por parte de Renfe se realice para el segundo trimestre de 2019, una vez que haya pasado todas las pruebas y revisiones estén habilitados los maquinistas para la circulación por esos 111 kilómetros añadidos a la línea gallega del AVE.