GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

La elección de la ruta no fue casual. Por un lado, Arriva ya opera con líneas y servicios de autobuses tanto en el norte de Portugal como en Galicia, lo que le permitirá optimizar el itinerario mediante la implementación de servicios intermodales, tren-autobús. La segunda razón es el carácter internacional del servicio que actualmente no presta Renfe Operadora, sino Comboios de Portugal, aunque con trenes alquilados a Renfe. Se trata de una línea, aparentemente poco competitiva en su trazado conjunto si tenemos en cuenta el tiempo de viaje que llevaría circular de un extremo a otro de la línea, ya que el viaje no sería directo, sino con paradas en Santiago, Vilagarcía, Pontevedra Redondela y Vigo en la parte gallega y posiblemente, Valença do Minho, Viana do Castelo, Nine y Oporto en la portuguesa. El problema no estriba en las paradas intermedias, sino en la obligatoriedad de enfrentarse a una estación en fondo de saco en medio del recorrido, es decir, Vigo, que tiene todavía pendiente su salida Sur, y parece que no existen prisas por desbloquear ese proyecto. Además, la infraestructura ferroviaria portuguesa es muy deficiente hasta Viana do Castelo y se encuentra en obras entre Viana do Castelo y Nine, obras de electrificación, mejora de los sistemas de comunicaciones y seguridad y de la propia vía. Pero cuando se substancien todas las obras en curso en la parte portuguesa y se resuelva la salida sur Vigo-Guillarei, el viaje podría realizarse en menos de dos horas y media. Arriva estima que el tiempo de viaje de este trayecto de 342 kilómetros será de 2 horas y 46 minutos.

Lo que no se sabe, al menos por el momento, es el tipo de trenes que utilizará para la prestación de este servicio que, dada la singularidad del ancho de vía del trazado, todo en ancho ibérico, aunque con dos milímetros de diferencia entre el lado español y el portugués, tendrá que realizar una adquisición de material ad hoc, o bien alquilarlo a Renfe Operadora. Hasta que finalice la electrificación total de la línea portuguesa y que Adif haga lo propio con el ramal internacional entre Guilarei y Tui, la única opción posible es el uso de trenes de propulsión diésel como los automotores que emplea Renfe en el corredor atlántico para algunos de los servicios de media distancia o un automotor híbrido bitensión como los que utiliza Francia en algunos de sus servicios regionales desde hace más de diez años y que fueron fabricados por Bombardier.