Las contrataciones de las obras del AVE redujeron sus bajas sobre el presupuesto estimado en 2017 (compartir)
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La medida tomada por el gestor de las infraestructuras ferroviarias tenía por objeto frenar las bajas, muchas veces rozando el umbral de temerarias, que luego daban lugar a modificados de precio que encarecían la obra final y que fueron los culpables de la paralización de varios de los subtramos del trazado del AVE gallego.
En términos generales, la baja sobre las ofertas licitadas pasó del 34 por ciento de media en 2016 al 24 por ciento en 2017. El peso de la oferta técnica ha pasado al 49 por ciento en los contratos de consultoría e ingeniería y al 40 por ciento en los contratos de obras, frente al 30 por ciento que se aplicaba anteriormente. Las bajas, que llegaban hasta 2016 a porcentajes del 50 por ciento e incluso más, provocaron numerosos conflictos, especialmente en las líneas en obras de alta velocidad. En el caso de los proyectos, las bajas tan elevadas, tuvieron consecuencias posteriores en las obras ya que supusieron la aparición de sobrecostes por situaciones no contempladas en algunos proyectos.
El nuevo gabinete del ministerio de Fomento se ha decidido a poner fin a estas prácticas que a priori parece que abaratan la obra pública, pero que a la larga la encarecen e impiden cumplir los plazos.