Bombardier concursa en el contrato de los trenes de Renfe con su Zefiro, capaz de viajar a 400 kilómetros por hora (compartir)
Todo Noticias
La multinacional ferroviaria canadiense Bombardier se presenta al concurso de Renfe con un tren que ya tiene en su catálogo de composiciones de alta velocidad y sobre cuyo desarrollo sigue realizando importantes avances desde que lanzó el primer prototipo a 250 kilómetros por hora. Se trata de un tren que cumple con los requisitos establecidos por las prescripciones de Renfe tanto en su alta capacidad, que puede ser de 664 viajeros en una composición de 8 coches y 1.336 en una de 16, como en su velocidad máxima por encima de los 350 kilómetros por hora, ya que su modelo Zefiro 380, alcanza una velocidad comercial de 380 kilómetros por hora y una velocidad máxima superior a 400 kilómetros por hora, ostensiblemente superior a la que puede desarrollar en las vías españolas. Posee una aceleración, de 0,7 metros por segundo al cuadrado y un sistema motriz en ejes alternos que en la actualidad se construye, al menos para las unidades italianas, en una de sus plantas españolas.
Bombardier desarrolla su actividad industrial por todo el mundo e inició su negocio ferroviario en 1970. A partir de esa fecha comenzó la adquisición de numerosas empresas tanto en Europa como en otros continentes. Cuando en 2001 adquiere Adtranz se convierte en el mayor constructor ferroviario del mundo.
Su división aeroespacial, responsable del diseño del Zefiro, cuenta en su haber un numeroso catálogo de aviones, fruto de su propio desarrollo o de los de empresas que también fue adquiriendo en ese sector, como la Canadair, fabricante de los hidroaviones que participan en la extinción de incendios en España y en Portugal.
Bombardier formó consorcio con Talgo para diseñar las cabezas tractoras de las series 102 y 112, que recibieron el apelativo de "los patos" por su característico morro, así como las de los Alvia 130 y 730, estos últimos, responsables de la conexión diaria y diurna entre Galicia y Madrid. El Zefiro, por su alta capacidad y consiguiente menor coste por asiento es uno de los candidatos más sólidos a un contrato que va a definir los trenes de alta velocidad españoles que circulen durante los próximos treinta años.