Ourense será la estación central del AVE gallego en su primera fase de funcionamiento (compartir)
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Si bien el corredor gallego de alta velocidad es desde Olmedo hasta Santiago, y de hecho el primer tramo que entró en servicio de la línea fue el Santiago-Ourense, sería necesario convertir sus 87,1 km de ancho ibérico a ancho estándar internacional. Las traviesas polivalentes empleadas en su construcción permiten el cambio de ancho con una mínima intervención y un rápido desarrollo. Pero obligaría igualmente a instalar un intercambiador de ancho al término del tramo para que los trenes pudiesen circular en ancho ibérico por el corredor del Eje Atlántico, ya que esa línea que recorre Galicia de Norte a Sur no es de alta velocidad, sino que está configurada para uso mixto de mercancías y viajeros.
Aunque el Adif tiene previsto, al finalizar todas las infraestructuras en Galicia, que el corredor del Eje Atlántico tenga un carácter dual, mediante la implementación de un tercer carril en una de las dos vías de la plataforma, para que puedan operar alternativa o simultáneamente trenes de viajeros de ancho estándar y trenes de viajeros y de mercancías de ancho ibérico, habrá una fase de transición en la que la operación ferroviaria de la alta velocidad se realizará en ancho de 1.435 milímetros hasta un punto del recorrido y a partir de dicho punto en ancho ibérico de 1.668 milímetros. Que el intercambiador se instale en Ourense o en Santiago va a depender de cómo evolucione el proyecto de trazado alternativo a Vigo por Cerdedo.
Ourense centro de seis trazados
Para cuando lleguen los trenes de alta velocidad a Ourense, la estación del empalme será el gran centro de distribución ferroviaria de Galicia con seis trazados que convergen en ella. Desde su playa de vías salen trazados a Vigo, por el corredor del Miño, dos a Santiago, por el trazado convencional y por el de alta velocidad, a Monforte y, en paralelo a la de alta velocidad hasta Seixalbo, por la convencional de Zamora. Salvo las de Alta Velocidad que son controladas desde Madrid, todas las líneas ferroviarias gallegas, incluyendo el corredor del Eje Atlántico, se dirigen desde el puesto de mando de Ourense, control del tráfico centralizado de las vías gallegas.