Portugal aspira a reducir a la mitad el tiempo de viaje entre Vigo y Oporto y a duplicar las frecuencias (compartir)
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La nueva línea tiene ya un trazado esbozado, Valença-Braga y de ahí a Nine, Vila Nova de Famalicao, Trofa y Porto, con una conexión directa al aeropuerto internacional Francisco Sa Carneiro de Oporto, lo que convertiría a esta terminal aeroportuaria en la primera de todo el noroeste a la que se puede llegar en tren desde cualquier punto no solo del norte de Portugal, sino también de Galicia.
En una primera fase, la construcción se centraría en los tramos comprendidos entre Oporto y el aeropuerto Sa Carneiro y Valença y Braga, dos ciudades que actualmente no tienen conexión ferroviaria directa y que contarían con nuevas estaciones de alta velocidad para dar cobertura a esta línea. Tampoco existe un tren directo entre Vigo y Braga, dos ciudades con una importante vinculación en aspectos como el comercial, económico y turístico. El tren Vigo-Braga acercaría ambas ciudades con una ventaja de tiempo sobre el viaje en coche, que actualmente es de algo más de una hora. En tren ese mismo recorrido con una única parada en Valença se quedaría en poco más de 50 minutos. Portugal ampliará a cuatro las dos frecuencias actuales por sentido en la línea internacional Vigo-Oporto con trenes de alta velocidad que serán adquiridos para tal propósito.
La previsión para después de 2030 es acometer una segunda fase: Entre Braga y Nine, los trenes circularían por la línea actual, y entre Nine y el aeropuerto Sa Carneiro por un trazado de nueva construcción. En esta segunda fase, el tiempo de viaje entre Oporto y Vigo se podría reducir a menos de una hora en circulaciones directas con una única parada en Braga, hora y cuarto con paradas intermedias en Valença, Braga, Nine. Famalicao y Trofa.
Pero para poder cumplir estos objetivos, Adif tiene que hacer sus propios deberes en la parte española del trazado, con la construcción de la salida sur de la estación de Urzaiz, en Vigo y una mejora del trazado entre As Gándaras y el Miño, aparte de dirimir entre ambos países cuál de los dos asumiría la construcción de un nuevo viaducto ferroviario sobre el río. En la última cumbre hispanolusa, celebrada en Viana do Castelo el pasado 4 de noviembre no se despejó ninguna de estas incógnitas.