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Avance y destroza, así se construyen los túneles gallegos (compartir)

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Avance y destroza, así se construyen los túneles gallegos
Una vez realizado el avance y desescombro, se procede a la consolidación de la bóveda con la proyección a presión del hormigón gunitado.
El Nuevo Método Austríaco se eligió para la mayoría de los túneles del AVE en Galicia por ser el sistema más rápido y efectivo ante la orogrografía, características del subsuelo y tamaño de la perforación.

La imagen de la tuneladora como la máquina ideal a la hora de perforar un túnel se rompe en Galicia. Solo dos túneles, los de Bolaños, utilizan tuneladora en el tramo Lubián-Ourense. El resto recurren al conocido como Nuevo Método Austríaco, también llamado de Avance y Destroza, pues son esas las dos fases de su desarrollo. Durante la primera fase, de avance, se excava toda la mitad superior del túnel (bóveda), para continuar posteriormente con la excavación de la mitad inferior (fase de destroza).

Las razones por las que se eligió este método en la mayoría de los túneles gallegos son diversas. Las tuneladoras requieren de un espacio de montaje en la boca del túnel que hay que crear y no siempre es posible disponer de dicho espacio, dada la orografía y el relieve del trazado gallego de alta velocidad. A ello hay que añadir la construcción de una vía de acceso de capacidad suficiente para el transporte de las piezas de la tuneladora y una gran plataforma para el almacenaje y fabricación de las dovelas. La segunda razón, es la calidad del subsuelo que ha de perforar. Las tuneladoras son idóneas para aquellos terrenos que poseen unas características homogéneas, de manera que ataca en su perforación de acuerdo con un patrón de marcha y funcionamiento. Pero resultan muy poco efectivas ante terrenos de características heterogéneas que implican soluciones distintas en distintos tramos del mismo túnel. La geología de la mayor parte del trazado gallego se sitúa en este caso.

Por otro lado, está la necesidad de acometer todo el trazado simultáneamente, mediante la adjudicación de subtramos a distintas empresas constructoras. Con un censo tan elevado de túneles en el tramo, no existen en el mercado número suficiente de tuneladoras, para perforar tantos túneles a la vez.

El Nuevo Método Austríaco se presenta, de esta manera, como el modelo más competente a la hora de afrontar el tramo Lubián-Ourense en lo que a perforación de túneles se refiere. Requiere más mano de obra y su coste es similar al de la perforación por tuneladoras, pero permite una mayor flexibilidad en el desarrollo de los trabajos, atacando desde varios frentes. La solución más manual, además de crear más empleo, se ha convertido en la más eficaz.