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Adif podría recurrir a los fondos de recuperación para la primera parte de la Variante Exterior de Ourense (compartir)

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Adif podría recurrir a los fondos de recuperación para la primera parte de la Variante Exterior de Ourense
Vista aérea del entorno de Seixalbo
El Adif tiene presupuestada la variante exterior de Ourense en 475 millones de euros y para los dos primeros subtramos que licitará este año, calcula que destinará 105 millones, aproximadamente, en la preparación de la plataforma. El Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias podría echar mano de los Fondos de Recuperación y Resiliencia que recibirá España para acometer, al menos en parte, esta obra, la última que falta para finalizar la infraestructura de la línea de alta velocidad a Galicia.

De momento se ignora qué porcentaje podría ir destinado a subvencionar esta infraestructura. Las obras en líneas ferroviarias entran dentro del apartado subvencionable al formar parte de los proyectos destinados a acometer la transición ecológica hacia una Europa con equilibrio de carbono.

La variante exterior de Ourense será fraccionada en varios contratos. Los dos primeros con un importe estimado de 105 millones de euros, fueron anunciados para su licitación prevista el 30 de este mes de junio. Se corresponden a la construcción de la plataforma desde Taboadela hasta el subtramo conexión Seixalbo, que discurre por los municipios de Taboadela, San Cibrao das Viñas y Ourense. El tramo incluye un túnel de 3,44 kilómetros en Rante y varios viaductos. Quedarían pendientes al menos dos subtramos adicionales. Uno corto (conexión Seixalbo-Seixalbo) que discurre prácticamente en paralelo a la actual línea de ancho convencional con la que se desdobla y el más complejo de todos, Seixalbo-Estación de Ourense, que deberá atravesar Montealegre con un túnel y el Miño con un viaducto, entrando en la estación de A Ponte prácticamente en paralelo a la línea que procede de Monforte.

Estos dos primeros tramos podrían entrar en servicio sin necesidad de tener concluidos los dos siguientes, conectando en “conexión Seixalbo”, la línea de alta velocidad con la línea convencional, previsiblemente para poder acometer su ejecución en plazo para que pudiesen entrar en el programa de Recuperación y Resiliencia de la UE, cuyos requisitos establecen que la adjudicación se realice antes de finalizar el año 2022 y las obras estén concluidas dentro de cinco años, en junio de 2026.

Los plazos de ejecución previstos por el Adif para estos dos primeros subtramos, únicamente en la parte que concierne a la plataforma son de 34 y 30 meses. Si se licitan en los próximos días, el inicio de las obras podría verificarse antes de finalizar este mismo año, lo que significa que en 2024 estarían listos para que se pudiesen acometer los contratos complementarios, relativos a la superestructura (montaje de vía, catenaria, señalización, etcétera), para lo que dispondrían de casi dos años, un tiempo suficientemente holgado como para cumplir el objetivo.

Más difícil está el cumplimiento del último de los tramos, cuyo proyecto se encuentra todavía en fase de tramitación previa a la licitación y no se ha comunicado todavía una fecha orientativa para sacar dichas obras a concurso, lo que significa que no será este año. Aún así, todavía tendrían un año de margen para resolver este trámite y hasta finales de 2022 para su adjudicación. El problema es que luego quedarían un máximo de 42 meses para construir la plataforma, incluyendo un túnel y al menos un largo viaducto, y el montaje de todos los elementos de la superestructura.