GOU! Ourense 2018 Alta Velocidade

El Adif ha visto crecer su red de alta velocidad, pero no su parque de trenes auscultadores y laboratorio, que básicamente se centra en esas dos unidades fabricadas por Talgo, por lo que tiene que recurrir a trenes comerciales de alta velocidad, equipados con los elementos de medición y auscultación, cedidos por Renfe mediante un contrato que firmaron el pasado mes de octubre. Sin embargo, la gran demanda de pruebas para nuevas líneas y la necesidad de realizar periódicas comprobaciones en las líneas ya en uso, han generado un cuello de botella que está produciendo retrasos en algunas pruebas, como las que tienen que llevarse a cabo en la línea gallega en su tramo próximo a ser inaugurado. Además de las pruebas dinámicas, faltan por realizar las de seguridad y protección civil, los test del ERTMS-2 y las pruebas con trenes comerciales. Una vez finalizado todo el proceso, se remite la documentación a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), que autoriza la apertura del tramo, un proceso del que no se sabe con exactitud cuánto tiempo durará, pero que se va a demorar hasta una fecha todavía indeterminada del año 2020.

Aunque cada línea es un caso único, con la referencia del tiempo invertido en la línea de Granada (18 meses) y el que dure entre Zamora y Pedralba, se podrá realizar una estimación del plazo que resultará necesario para el último tramo del AVE gallego, entre Pedralba y Ourense, sobre el que, actualmente solamente se puede aventurar que podrá estar entre los 12 y los 18 meses, ya que para cuando se inicien las pruebas en esos 119 kilómetros, también estarán en lista de espera otros tramos, como el de Burgos, Extremadura y Murcia y el Adif no incorporará nuevos trenes laboratorio hasta después de esas fechas ya que la licitación de los mismos se realizó el pasado mes de junio y todavía tienen que ser adjudicados, fabricados y homologados.